domingo, 28 de agosto de 2011

Tipografía y ciencias duras

Muchas veces se ha desestimado el aporte de las disciplinas en las que las teorías no han podido convertirse en leyes. Los amantes de la exactitud de las ciencias duras han creado cierto complejo de inferioridad en psicoanalistas, tipógrafos y decoradores de interiores, entre otros tantos.
Hubo un tipógrafo que no se conformó con el “masomenismo”, con el “me parece” y el “a mi juicio”.
Kalle quería más. Sus experimentos buscaban una precisión en la percepción tipográfica que fuera más allá de la mera estadística. Precursor de los experimentos con animales, fue muy cuestionado por sacrificar ratas para ver bajo el microscopio el efecto que “La nueva tipografía” de Tschichold tenía en los pequeños cerebros de los roedores que se comían sus libros. Sus detractores hablaron de venganza, porque ese libro estaba autografiado.
El daño estaba hecho, primero el exilio y después el olvido.
Como tantos otros fue un incomprendido, apostaría que casi nadie lo recuerda, sin embargo, este informe no es sobre él sino acerca de Kleiman, quien pudo gozar del éxito que le fue negado a su artífice.
Hagamos un alto en nuestra vorágine cotidiana y recordemos, porque los pueblos que olvidan su pasado no saben qué estatuas poner en las plazas.


miércoles, 3 de agosto de 2011

Un caso diferente de trastorno tipoalimenticio

Esta vez un final feliz nos reconcilia con la vida. Por suerte la oportuna intervención de Sepúlveda pudo arrancar a Muaré del flagelo de la tipofagia.