miércoles, 31 de diciembre de 2014

Feliz año

No quiero dejar pasa este fin de año sin saludar a los que me acompañaron en este proyecto a pesar de mis carencias, falencias, creencias y ausencias.
Hago un balance citando a Borges, “he cometido el peor de los pecados, no fui a Disneyworld”

Este proyecto buscó infructuosamente ser un grano en el cutis de la historia, un sarpullido en la epidermis del conocimiento, un pelo encarnado en la piel del pasado, una mosca en el vitel toné de la investigación, una odisea del espacio y el tiempo, un salpicón de incertezas, un cabello en la sopa de la academia, un choripán en la última cena, una nube celeste en un cielo blanco, un germen de trigo en el italpark del destino.

Debo admitir que el establishment tipográfico me sonríe complaciente mientras las entradas de favor para Holiday on Ice se las regala a otros, que la Academia de la Historia no me recibe ni aunque lleve medialunas para el mate, y que el probable que nada de esto cambie en 2015, pero como escribiera oportunamente Immanuel Kant*, “el que quiera nadar un rato, como un pato, como un pez, que se saque los zapatos como yo me los saqué”.

Gracias por todo, feliz año nuevo.

* Sí, ya sé.