martes, 10 de febrero de 2015

Polifilo, Manuzio y el hombre que le ahorró millones al Museo Británico

En el marco de los 500 años del fallecimiento de Aldo Manuzio, recientemente el Museo Británico se propuso adquirir uno de los más curiosos y espectaculares ejemplares del incunable manuziano "Hypnerotomachia Poliphili".
Su valor se Incrementa por el hecho de estar firmado de puño y letra por el impresor.


Sin embargo Sir Robert Whitnihiuston, célebre perito bibliológico y referente incuestionable de las ediciones renacentistas, acaba de recomendarle que desista de la compra del maravilloso ejemplar.
Whitnihiuston fundamenta su recomendación en cierto escepticismo con respecto a la autenticidad del incunable.
Sus dudas se basan —fundamentalmente— en que algo en el papel no coincide exactamente con otros incunables manuzianos, la tinta en ciertas páginas se ha decolorado de manera inconsistente con la esperable de acuerdo al tiempo transcurrido y las condiciones atmosférico-ambientales, Algunos pocos justificados del texto desmienten la obsesión del meticuloso Aldo por un gris homogéneo.
Por si fuera poco, la encuadernación muestra pequeñas inconsistencias con la esperable en semejante edición.
Además, con la entrenada mirada propia de los expertos, y en interconsulta con zoólogos, marinos mercantes y dibujantes, Whitnihiuston detecta una levísima variación en el ángulo de torsión del delfín alrededor del ancla en la célebre marca del impresor.

Finalmente, también nosotros dudamos de que este incunable sea realmente un producto de la imprenta aldina, ya que la legibilidad no era un dato menor para estos hombres de letras. Francesco Griffo lo hubiera impugnado, y Manuzio mismo hubiera advertido que Comic Sans no se lee bien en cuerpos pequeños.

sábado, 7 de febrero de 2015

Blogrolls, enlaces y comenzar a tejer una red que amortigüe la inevitable caída

He añadido un par de enlaces de sitios relacionados con la tipografía y el diseño (unos tipos duros y cátedra Cosgaya) en el blog (preguntaleagunther@blogspot.com.ar). Lo he hecho sin su consentimiento explícito. Si alguno de ellos desea ser removido no tiene más que solicitarlo.
Tampoco pretendo reciprocidad, aunque se agradezca.

Por otro lado quiero ofrecer a quien tenga un sitio o blog relacionado con el diseño, la tipografía, el budismo zen o actividad afín a los acotados intereses de este blog, y desee ser incluido en esa lista de enlaces, que me lo sugiera. El Honorable Comité Editorial (yo) evaluará la pertinencia del mismo. 

Con esta audaz campaña, el equipo de marketing del blog (yo) aspira a que alguno entre, aunque sea por error. Y alcanzaría modestos niveles de éxtasis si alguien —incluso— dejara algún comentario.
Se trata de uno de los últimos recursos antes del abandono definitivo de la actividad para dedicarme a tareas productivas o bien al alcoholismo.
En fin, que me puse melancólico.