miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Por qué lo ISO? (el sufrimiento de Norma Din)

La existencia de las certificaciones de calidad no son más que la demostración palmaria de que vivimos rodeados del engaño y la mentira. Me pregunto —como ya es costumbre— ¿El impecable boletín obliga al alumno a estudiar más o le da permiso para no hacerlo? ¿Será cómodo dormir sobre laureles?
¿Qué es una certificación si no una certeza plasmada en papel? Los que creen en las certezas se merecen las desilusiones a las que se ven expuestos. Sin embargo los negocios piden papeles, y terminamos sometiendo todos los aspectos de nuestra vida a esta lógica algo burocrática.
No pretendo aquí asumir la posición seudoprogresista de quienes dicen —por ejemplo— que no se casan porque el amor no necesita papeles, porque cuando esos libertarios van al baño y no hay papel se olvidan de los ideales y solo los salva el amor si quien los ama les alcanza un rollo.
No seamos fanáticos, que hasta el ecologista más extremo usa veneno para cucarachas. Pero volvamos a la calidad.

Dicen los japoneses que la calidad bien entendida empieza por casa. ¿Acaso Norma Din fue víctima de sí misma? ¿Se sintió presa, tal vez, de la superstición tan arraigada de que quien juzga debe ser mejor que el juzgado?
¿Cómo sobrellevar la incompetencia de no poder encontrar una buena idea y redactarla en forma decente? (esto ya no tiene que ver con Norma, es una pregunta que me hago a mí mismo, que el día que necesite certificar la calidad de lo que hago me tengo que ir a vivir debajo de un puente).
Conformémonos con lo que somos, no preguntemos demasiado a los demás porque corremos el riesgo de que nos digan la verdad. Engañémonos en la autocomplacencia, que lo demás no importa mucho. La verdad duele, pero ya sabemos como viene la mano: primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin bajarse alguna aplicación que nos permita andar sin pensamiento.
En fin, podrán acusarme de cualquier cosa excepto de ser lúcido. Dejemos que este pobre informe hable por sí mismo.