domingo, 13 de noviembre de 2011

Otro adelantado a su época

Es muy común olvidar a los extemporáneos. No alcanza con la genialidad, además esa genialidad tiene que aparecer en el momento en el que el mundo está preparado para valorarla. La diferencia entre un loco y un genio a veces no está en la persona sino en el contexto. Si Gutenberg hubiera nacido en el año 1000 le hubiera sido imposible desarrollar sus ideas y hoy no lo conoceríamos. Si hubiera nacido en 2000 sería muy joven y no se perdería los recitales de Justin Bieber. O tal vez sí. Sin embargo si Bieber hubiera nacido en la Maguncia del Renacimiento difícilmente, habría desarrollado la imprenta.
Pero hablamos de Van Brofmmaan, cuya apariencia física puede haber influido en que no se lo tomara con la debida seriedad. Tendemos a creer que las naciones más civilizadas están a salvo del prejuicio, pero en todos lados se cocinan porotos.
El prejuicio sigue privando a la humanidad de algunos genios. Que nos sirva de lección.

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