miércoles, 5 de septiembre de 2012

Precursores de la impresión

Como la historia la escriben los que ganan y la leen los que empatan y la sufren los que pierden, casi hemos olvidado a un precursor de una tecnología que nos ha acompañado en nuestro hogar y oficina durante mucho tiempo.
Admito que el dilema moral que implica robar para satisfacer las necesidades básicas nos hace dudar acerca de la oportunidad de citarlo en este blog, que leen tantos niños.
También a mí me hace replantearme la conveniencia de hacer pública esta historia.
Los moralistas pueden estar tranquilos, el transgresor ha sido castigado por una justicia ¿divina? que de existir protege a los poderosos. Valga como mínima compensación esta breve apología.


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