Sakito empieza a perder el control. El impulso por publicar, ¿el miedo a perder su cuarto de hora? la llevan a insistir. La crítica –que a cada rato se ve obligada a dejar lo que estaba haciendo para leer a Sakito– comienza a manifestar una ligera disconformidad con el universo. Veamos qué anda pasando en la carrera de Kuharu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario