Estamos en una especial
semana de mayo, época trascendente para nuestra nación (en este caso
hablo de Argentina) porque nos conecta con nuestro pasado de gloria, con
nuestra relación con el mundo, con nuestros intentos de no ser
dominados.
Estar en mayo significa ponernos en contacto con nuestros ideales de Nación, Patria y asumir nuestro destino de grandeza.
Estar en mayo nos conecta con nuestros sentimientos más profundos y nos hermana a todos bajo una mismo pabellón celestiblanco.
Estas fechas —que a nadie deben dejar ajeno— nos dicen que falta poco
para el Mundial, y que aunque Messi ande un poco bajo tenemos grandes
posibilidades de pasar a la segunda ronda.
Y además la Revolución y
esas cosas. La semana que viene publicaré un informe altamente
folklórico porque las verdades arden en mis manos y en el Instituto del
Quemado ya no me quieren atender.
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