jueves, 3 de octubre de 2013

Typoszniek Magaszine y las chicas del verano

Era costumbre en la revista señera de la tipografía la aparición de números de características particulares en época estival. Sin abandonar las habituales preocupaciones acerca del diseño y la tipografía, la temática se hacía un poco más light (y a veces ultralight). Los romances de verano, la moda, los lugares de veraneo de los tipógrafos o los relatos livianos para leer en la playa eran frecuentes.
También solía aparecer una gran cantidad de páginas dedicada a algún escandalete, la pelea entre divas del teatro editorial (de revistas): “que fulana tiene los bucles caídos”, “que mengana no puede ni justificar un párrafo” y barbaridades por el estilo.
Esta notas frívolas coexistían con algunas más profundas como las que trataban acerca del verano y el cuidado de la piel o el pergamino, el uso de cremas humectantes, la alimentación sana (Karl Sepúlveda era un habitual colaborador y escribía sobre tipopsicología, qué tipos comer para mantener la línea de base y cosas por el estilo).
También algún astrólogo hacía las predicciones tipográficas con escaso rigor. Ya comentaremos más en detalle, pero tengamos claro que esto que ahora nos parece habitual y hasta tedioso era nuevo en ese entonces, y la lógica comercial obligaba a la revista a izar sus velas de acuerdo a los vientos.
Es probable que esta tampoco fuera la mejor época de TM, pero no dejemos que el árbol nos tape el bosque, aunque esta frase no tenga sentido en este contexto.


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