sábado, 25 de febrero de 2012

Conociendo a Sesuda

Shakiro Sesuda, maravilloso maestro que a pesar de su avanzada edad sigue enfrentando a jóvenes y maduros a las verdades más profundas del ser, fue la persona que me inició en los misterios de la meditación, el budismo zen y la cría de cuises de competición. Hoy retirado de la cría dedica su tiempo a meditar, escribir y cada tanto –cuando tenemos suerte– a relatarnos sus vivencias, con absoluta humildad.
De a poco, en este espacio, iremos compartiendo relatos, conversaciones y el maravilloso mundo interior de Sesuda.
Siempre es mejor ir al monasterio –donde el zen se respira– a pretender conectarse con el universo infinito cuando el semáforo de la esquina no anda y están todos a los bocinazos, pero a falta de pan, cualquier elección sexual es buena.
Hombre extremadamente tímido, nunca ha querido dejar sus enseñanzas por escrito, sin embargo lo he convencido. Nunca ha cobrado las regalías del libro, muy vendido en Europa. Como sé que no hubiera aceptado cobrar por sus enseñanzas nunca le comenté nada. Después de todo ¿qué haría un monje budista con ese dinero? Se hubiera ofendido, seguramente, en cambio yo era joven y tenía una familia que mantener. Tal vez no en ese momento, pero en el futuro sí, y un auto (o dos) con lo cara que es la gasolina, por no hablar del seguro. En definitiva, lo importante es la sabiduría, el desapego... y la verdad.
...Y la verdad es que el dinero me ha sido muy útil. Pero siempre para hacer el bien al prójimo (excepto aquella vez, o en alguna otra ocasión, pero ¿quién no ha cometido errores?).
Paz


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